
Las tarjetas de visita son tu gran aliado: ¡Saca partido de ellas!
Al igual que tu forma de expresarte dice mucho de ti, las tarjetas de visita son un recuerdo para todos los clientes que conoces por primera vez. Un elemento que se entrega en eventos, conferencias o reuniones y que muestra cómo es tu marca. ¿Te habías parado a pensar en ello? Si quieres captar la atención de tu cliente y generar una percepción positiva sobre tu empresa, valora estos aspectos a la hora de diseñar tu tarjeta de visita.
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Papel
No vale cualquiera. O al menos, si tu idea es causar una grata impresión. En un tarjeta de tamaño estándar, habitualmente 85mm x 55mm, tendremos que valorar aspectos como el gramaje o el acabado. Es cierto que el mate es la opción habitual y más económica, pero hay brillos plastificados, reservas en UVI, barnizado, brillo o satinado. El abanico es amplio, tú decides.
Datos
Una pregunta habitual: ¿Debo incluir todos mis datos? ¿Especifico todas mis capacidades? Una recomendación: crea tarjetas para cada nicho de mercado. Puedes tener una genérica para clientes concretos, pero alcanzar de una manera más precisa te permitirá alcanzar a tu buyer persona.
Interactividad
Sorprender es clave para el éxito. Y con tu tarjeta de visita también puedes hacerlo. ¿Y si mi tarjeta es comestible? ¿O tiene una segunda funcionalidad vinculada con los valores de la marca? Exprime al máximo las posibilidades. Para ello, contrata los servicios de profesionales altamente cualificados.
Inolvidable
Ese debe ser tu objetivo. Generar una emoción que atribuya a tu marca valores inolvidables. Elaborar tarjetas por el simple hecho de tener uno, no es más que un parche dentro de una mala planificación. Y seguramente, pase inadvertida entre otras tantas que acumule el cliente.