
¿PUEDE EL NEUROMARKETING AUMENTAR TUS VENTAS?
En anteriores entradas del blog hemos dedicado espacio a las principales técnicas de Neuromarketing. En esta ocasión ahondaremos en qué podemos hacer para utilizarlo para mejorar las ventas de un negocio.
Como es sabido, la mente del consumidor es un aparato complejo y difícil de descifrar. Por ello, cada vez un mayor número de empresas acuden al neuromarketing para resolver las necesidades de los clientes. Diversos estudios señalan que tardamos una media de unos 2.5 segundos en tomar decisiones de compra. La mayoría de ese proceso tiene lugar en el subconsciente.
El neuromarketing aporta información y datos muy ricos. Por este motivo ayuda a indagar en qué nos hace tomar una decisión, convirtiéndose en una disciplina de gran utilidad. Sobre todo gracias al análisis de las diferentes reacciones del consumidor que puede darnos información relevante sobre cómo orientar el negocio y las acciones.
Tabla de contenidos
CÓMO UTILIZAR EL NEUROMARKETING PARA MEJORAR VENTAS
Con las técnicas de Neuromarketing podemos captar los picos emocionales y motivacionales de los compradores, dando respuesta a muchos interrogantes. Y así se podrá mejorar el diseño, precio, los diferentes canales de venta…
Uno de los medios en los que más se pueden aprovechar las técnicas del neuromarketing es en la web. Las interfaces de las diferentes páginas se intentan construir de manera que resulten lo más intuitivas posible, y esto ayuda a que el proceso de venta se agilice y aumente. Cuanto más intuitivo resulte, más a gusto se encontrará el usuario en la web aumentando las probabilidades de que compre. Técnicas como el eye-tracking pueden ayudar muchísimo en este tema.
CLAVES PARA DESARROLLAR VENTAS
Vende bondades, no productos.
Es muy diferente vender un producto que intentar vender las características y cosas buenas que este puede hacer por ti. Debemos centrarnos en este último aspecto, ya que a la hora de tomar una decisión de compra, más que un producto o un servicio la gente espera pagar por ciertas experiencias. Podemos descubrir cómo apelar a las diferentes emociones a través de experimentos de EEG o de RMf.
Contextualizar las imágenes.
En relación con el apartado anterior, hemos comentado que el consumidor compra experiencias y que son éstas la que hacen al subconsciente decidirse por un producto u otro. Por ello, es importante que a la hora de vender un producto por internet, las imágenes de este aparezcan bajo una contextualización positiva.Anclar el pensamiento del producto o servicio con una idea positiva hará que el consumidor al hacerse con el producto sienta que compra esta idea, haciéndose con algo más que el simple producto. Si aplicamos técnicas de Neuromarketing como el EEG podremos determinar qué imágenes generan una positividad mayor y así contextualizarlas adecuadamente.
Apelar al cerebro reptiliano.
El cerebro humano está compuesto por tres divisiones diferentes, y cada uno es responsable de un tipo de acciones y comportamientos. El cerebro humano estaría encargado del aprendizaje, situaciones aprendidas y que utilizamos en el día a día. El mamífero, relacionado con las emociones y finalmente el reptiliano, encargado de la supervivencia y las decisiones rápidas (como las de compra). Este último no entiende de conceptos abstractos, sino que actúa exclusivamente ante estímulos concretos y tangibles. Es por este motivo que al vender productos en la web, los conceptos que aparezcan deben ser claros y concisos para así activar el deseo de compra.
Utilización de colores
Es de conocimiento general que distintos colores son capaces de evocar diferentes emociones. En páginas donde el objetivo es vender algo, los tonos anaranjados suelen funcionar bien, ya que este color se asocia con la toma de decisiones más rápidas. Otros como el verde están asociados con la calma.
Ofrecer regalos y promociones.
Si ofertamos a nuestros compradores con un regalo promocional al finalizar la compra, algo que le daremos si compra ahora pero no en un momento futuro, ayudará a que se decida a comprar por el hecho de obtener un beneficio extra. Al ver que si no compra ahora puede perder esa “ventaja”, le ayudará a comprar lo que pretendemos vender. Añadir promociones puntuales del tipo “compra 3 y lleva 4” o “por la compra de uno llévese otro gratis” o “sólo este mes” hacen que la gente valore más el producto. Son potentes instigadores de compra, ya que como compradores preferimos aquello que nos genere la sensación de tener más que por lo que hemos pagado, incluso de lo que necesitamos. Es una apelación directa a nuestro cerebro emocional, que nos ayuda a tomar decisiones en detrimento del puro razonamiento.